¡Qué grande es el cine español!
Cuánto nos ha dado a los amantes del terror (y no sólo del terror).
Actualmente la mayoría de la gente critíca negativamente el cine
que se hace aquí. Unos dicen que está muy politizado y otros que es
muy cutre. A mi sin embargo siempre me ha parecido el más real, el
que más me he creído y sigo creyendo. Los personajes, los paisajes
(tanto urbanos como rurales), las situaciones, todo me resulta tan
familiar que me impacta mucho más. Casi sin medios se han hecho
obras increíbles.
Y hoy inaugurámos esta sección con
“El Arte de Morir”, de Álvaro Fernández Armero.
Recuerdo ir a ver esta película a la
sala Cine Cité de Mendez Álvaro en la primavera del año 2000. Que
para un chaval de 15 años que vivía en el otro extremo de la ciudad
era casi como un pequeño viaje. Hay una serie de películas de esa
época, mediados finales de los años noventa y principios de los dos
mil, que me parece que tienen un toque especial, y es yo creo por lo
que hablaba más arriba, son películas que me parecen reales,
personajes que he visto, edificios, calles, me lo creo, y genera en
mi una gran nostalgia.
Sinopsis: Un joven llamado Nacho ha
desaparecido. Cuatro años después aparecen pruebas que pueden
llevar a su encuentro. Pero quizás eso no sea tan bueno para su
grupo de amigos, pues ellos están detrás de su desaparición. Pero
nada se puede ocultar, y un error les llevará a una situación
horrible. ¿Si tardamos nueve meses en morir, porqué no tardar meses
en morir?
Opinión: Gran película dirigida por
Álvaro Fernández Armero, y con un reparto de una generación de
actores jovenes sencillamente colosal: Gustavo Salmerón, Fele
Martínez, Sergio Peris-Mencheta, María Esteve, Lucía Jiménez,
Adriá Collado e incluso Elsa Pataky. Todo ello completado con la
gran actuación de Emilio Gutierrez Caba, uno de los grandes del cine
español.
Más que el terror sobrenatural, yo
creo que lo verdaderamente terrorífico de la película es el ser
humano, y la verdad es que el film mantiene la tensión durante toda
su duración. Flashbacks brillantes, gran banda sonora y una estética muy moderna para
la época.
La recomiendo enormemente.
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